Mauricio Macri, o gladiador ferido

Pollice Verso (1872) pintura de Jean-Léon Gérôme (Museu de Arte de Phoenix).

Por Débora Mabaires, para Desacato.info.

Tradução: Elissandro Santana, para Desacato.info. (Port./Esp.)

O governo de Mauricio Macri está acabado e ele sabe disso. Ele grita, fica com raiva, esperneia. Ele sabe que não tem chance de ser reeleito para um segundo mandato.

Acostumado a dar ordens desde que nasceu, se sente traído por aqueles que o encorajaram em sua loucura destrutiva, e hoje o criticam. Governar como um tirano da Antiga Roma em decadência, parece ser o que o mantém no poder.

A perseguição judicial e toda a sua rede de agentes secretos, exploradores, juízes e promotores corruptos, está exposta e sabe que, em algum momento, o povo argentino solicitará a revisão de tudo o que foi feito.

Seu amigo e sócio Gustavo Arribas, hoje diretor da Agência Federal de Inteligência – AFI – havia sido indicado no Brasil por Leonardo Meirelles, que recebeu transferências da conta que a empresa Odebrecht usava para pagar propinas a funcionários argentinos. A empresa parceira da Odebrecht na Argentina era a IECSA, a de Maurício Macri, administrada por seu primo Ángelo Calcaterra. O juiz argentino Canicoba Corral rapidamente dispensou Gustavo Arribas, sem investigar. Apelações eram inúteis. O presidente e seu ministro da Justiça, Germán Garavano, estavam removendo juízes, ou acomodando-os a seu gosto para que nada atrapalhasse a paz do presidente.

Outro juiz ordenou a acusação de 26 pessoas no caso Sarmiento Tren Burial, considerando que eles haviam participado do pagamento de subornos. No entanto, o presidente da empresa, e primo de Maurício Macri, Ángelo Calcaterra, não foi processado. O que o envolveu foi Manuel Vázquez, homem processado pelos tribunais brasileiros pelo suborno da Odebrecht, que inclui algumas mensagens de e-mail, valores e links.

O juiz argentino demitiu os filhos de Vázquez, de modo que não faz mais sentido declarar sob o regime do “arrependido” (N. do T.: delação premiada) e Mauricio Macri, ofereceu um cargo de juiz para a esposa. Se ficar quieto, Vázquez irá melhorar notavelmente sua qualidade de vida. Se falar, poderá perdê-la.

A vice-presidente Gabriela Michetti foi descoberta como parte de uma rede de lavagem de dinheiro quando uma custódia roubou sacos cheios de dinheiro que ela escondeu em sua casa. Os juízes e promotores investigaram o roubo, mas não a origem desse dinheiro sujo.

Não foi o único caso, pois várias denúncias judiciais indicam que o financiamento da campanha eleitoral de Mauricio Macri foi feito com dinheiro sujo, proveniente de crimes aberrantes como tráfico de seres humanos e tráfico de drogas. Sua mulher de confiança, a governadora da província de Buenos, Aires María Eugenia Vidal, e sua contadora María Fernanda Inza, não sofreram reveses judiciais, apesar das inúmeras provas incorporadas nos arquivos. Roubo de dados pessoais, falsas afiliações, falsidade ideológica, documentação apócrifa e cifras milionárias de dinheiro sem justificativa, foram ocultados pelo Poder Judiciário em uma manobra mafiosa para garantir a impunidade.

O regime de Mauricio Macri, criador da fome e da morte, não poderia ter sido possível sem o acompanhamento do poder judicial corrupto que o endossou.

Macri sabe disso e os juízes e promotores sabem que agora, que, vendo-se descobertos, estão percebendo que a queda deles também os arrasta.

Eles têm medo de perder seus privilégios. E por medo, esses mesmos juízes e promotores procurarão salvar suas tristes humanidades. Macri sabe disso.

Como as pessoas comuns daqueles circos romanos, os argentinos assistem a um espetáculo patético esperando pelo fim desses gladiadores que, feridos e frágeis, tentam sair da arena.

Os leões da imprensa e os abutres financeiros, pacientemente, esperam sua vez de se alimentarem.

O povo, sem pão, também.


Macri, el gladiador herido

Por Débora Mabaires, para Desacato.info.

El gobierno de Mauricio Macri está acabado y él lo sabe. Grita, se enoja, patalea. Sabe que no tiene posibilidad de ser reelegido para un segundo mandato.

Acostumbrado a dar órdenes desde que nació, se siente traicionado por quienes lo alentaron en su locura destructora, y hoy, lo critican.

Gobernar como un tirano de la antigua Roma en decadencia, parece ser lo que lo mantiene en el poder.

La persecución judicial y todo su entramado de agentes secretos, extorsionadores, jueces y fiscales corruptos está al descubierto y sabe, que en algún momento, el pueblo argentino pedirá la revisión de todo lo actuado.

Su amigo y socio Gustavo Arribas, hoy director de la Agencia Federal de Inteligencia -AFI- había sido señalado en Brasil por Leonardo Meirelles, como el que recibía transferencias desde la cuenta que la empresa Odebrecht usaba para pagar coimas a funcionarios argentinos. La empresa socia de Odebrecht en Argentina, era IECSA, la de Mauricio Macri, que administraba su primo Ángelo Calcaterra. El juez argentino Canicoba Corral, sobreseyó rápidamente a Gustavo Arribas, sin investigarlo. De nada sirvieron las apelaciones. El presidente y su ministro de Justicia Germán Garavano iban removiendo jueces, o acomodándolos a su gusto para que nada perturbe la tranquilidad del mandatario.

Otro juez dispuso el procesamiento de 26 personas en la causa del Soterramiento del Tren Sarmiento, por considerar que habían participado del pago de coimas. Sin embargo, el presidente de la empresa y primo de Mauricio Macri, Ángelo Calcaterra, no fue procesado. El que lo involucraba era Manuel Vázquez, un hombre procesado por la justicia de Brasil por las coimas de Odebrecht, donde constan algunos mensajes de correo electrónico, los montos de dinero y las vinculaciones.

El juez argentino sobreseyó a los hijos de Vázquez, por lo que ya no tiene sentido declarar bajo el régimen del “arrepentido” y Mauricio Macri, le ofreció un cargo como jueza a la esposa. Si se mantiene callado, el señor Vázquez mejorará notablemente su calidad de vida. Si habla, podría perderla.

La vicepresidenta Gabriela Michetti fue descubierta como parte de una red de lavado de dinero cuando un custodio le robó bolsas llenas de dinero que escondía en su casa. Los jueces y fiscales investigaron el robo pero no el origen de ese dinero sucio.

No fue el único caso, varias denuncias judiciales señalan que el financiamiento de la campaña electoral de Mauricio Macri, se hizo con dinero sucio, proveniente de delitos aberrantes como la trata de personas y el narcotráfico. Su mujer de confianza, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal y su contadora María Fernanda Inza, tampoco sufrieron contratiempos judiciales a pesar de las numerosas pruebas incorporadas a los expedientes. Robo de datos personales, afiliaciones falsas, falsedad ideológica, documentación apócrifa, y millonarias cifras de dinero que no tienen justificación, fueron ocultadas por el Poder Judicial en una maniobra mafiosa para garantizar impunidad.

El régimen de Mauricio Macri, creador de hambre y muerte, no podría haber sido posible sin el acompañamiento de este poder judicial corrupto que lo avaló.

Lo sabe Macri y lo saben los jueces y fiscales que ahora, viéndose descubiertos, están dándose cuenta de que su caída, los arrastra también a ellos.

Tienen miedo de perder sus privilegios. Y por miedo, estos mismos jueces y fiscales, buscarán salvar sus tristes humanidades. Macri lo sabe.

Como la plebe de aquellos circos romanos, los argentinos asistimos a un espectáculo patético esperando el final de estos gladiadores que heridos y desvencijados, intentan salir airosos de la arena.

Los leones de la prensa y los buitres financieros, esperan pacientemente su turno para alimentarse.

El pueblo sin pan, también.

Débora Mabaires é cronista e mora em Buenos Aires.

A opinião do autor/a não necessariamente representa a opinião de Desacato.info.

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