Honduras, o país das maravilhas, onde tudo pode acontecer

Por Ida Garberi *

“El guerrillero es, fundamentalmente, y antes que nada, un revolucionario agrario. Interpreta los deseos de la gran masa campesina de ser dueña de la tierra, dueña de los medios de producción, de sus animales, de todo aquello por lo que ha luchado durante años, de lo que constituye su vida… Este Movimiento no inventó la Reforma Agraria. La llevará a cabo. La llevará a cabo íntegramente hasta que no quede campesino sin tierra, ni tierra sin trabajar”.

Ernesto Che Guevara

La maravilla de este país centroamericano, hace falta subrayar, es que el mismo problema puede ser solucionado en dos formas completamente opuestas….pero, que casualidad, a vencer siempre son los “malos”, perdón, los ricos, la oligarquía, quién robó el poder con la fuerza.

Por este motivo, no se puede comparar absolutamente con el país del cuento de Alicia: en los cuentos (desafortunadamente casi siempre solo allí) vencen los bueno.

El problema de la ocupación de la tierra en Honduras es muy espinoso por el gobierno golpista, que tentó engañar a los campesinos, por ejemplo, de la zona del Bajo Aguan, con el famoso acuerdo del 17 de abril de 2010, con las cooperativas del MUCA (Movimiento Campesino Unificado del Aguan): de todo lo que se estableció, hasta hoy, a mas de tres meses, no se cumplió ni una coma.

El problema, en el Aguan, es que el terrateniente, señalado como asesino, Miguel Facussé no quiere aceptar lo que implantó el gobierno, demostrando que la ley del mas fuerte (exactamente como a la época del Oeste) es la única que vale.

Allí hace falta echar y matar a los campesinos, porque están ocupando los terrenos que Facussé mantiene invadido ilegalmente, sin tener el título de propiedad: el hecho de estar en un territorio supuestamente asignado por un grupo de oligarcas a otro oligarca es legal, en Honduras. ¿Y los campesinos? Sólo representan carne de cañón.

Ahora pero sólo nos desplazamos un poco, quedamos en el departamento de Colon, pero nos concentramos en COPETE Uno, a Isletas, dónde acerca de 200 familias de campesinos son amenazados por los guardias de seguridad de la transnacional Standard Fruit Company porque tratan de recobrar unos 3000 hectáreas, que pertenecen legalmente a la Empresa Campesina de Isletas (EACI).

¿También aquí, y los campesinos? Contesto otra vez, sólo son carne de cañón.

Y los yanquis están haciendo las cosas a la grande, acerca de 400 guardias de seguridad de la transnacional bananera están en posición de ataque y francos tiradores se encuentran dentro de la zona y amenazan los campesinos, las campesinas y sus familias, que avanzan en una marcha para defender su derecho a la tierra, según la denuncia del dirigente campesino Ángel Hernández.

Es desde el 1990 que la Empresa Campesina está intentando recursos legales en los tribunales de justicia, pero, como podemos imaginar, la multinacional norteamericana siempre consiguió aplazar la causa.

Siempre recordando el Oeste, estos vigilantes privados, mercenarios pagados por el imperio, están peligrosamente armados y dispuestos a todo, sin ningún escrúpulo, violando los derechos humanos de los ciudadanos hondureños, legítimos propietarios de la tierra.

Es importante señalar que la utilización de guardias de seguridad para reprimir los diferentes sectores y en especial a los campesinos del departamento de Colón, constituye una grave violación a los derechos humanos, tal como lo señala el Grupo de Trabajo sobre la utilización de mercenarios,  creado por la Organización de las Naciones Unidas, ONU, desde julio de 2005.

Este Grupo de Trabajo recomendó entre otras cosas al Estado hondureño, en su visita en agosto de 2006, que debe fortalecer y divulgar el marco normativo de las empresas privadas de seguridad y considerar un componente sobre los derechos humanos, así como las normas pertinentes  de las Naciones Unidas en la formación proporcionada por las empresas privadas de seguridad a sus empleados.

El COFADEH (Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras) llama a la comunidad internacional en especial a los organismos de derechos humanos para que envíen peticiones urgentes al régimen de Porfirio Lobo Sosa para que proceda a salvaguardar la vida de los campesinos y campesinas de la Empresa Asociativa Campesina de Isletas, EACI.

*periodista de defensoresenlinea.com

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