Alfanumérico

Por Julio Rudman.

Para mañana, 8N, se espera una protesta, seguramente multitudinaria, en Argentina. Quienes la organizan y financian pretendieron hacerla pasar por espontánea, pero a poco de andar se les vio la hilacha. La ultraderecha protofascista nazional ha embarcado a buena parte de la burguesía del país en una lancha que pretende hacer de ese día un antes y un después. Al punto de que uno de los lemas con que llaman a sumarse a la batahola es “Si hay 8N no habrá 7D” y el hegemonito mendocino, el diario “Los Andes”, se atrevió a calificar la fecha como “crucial”. No es la primera vez que ocurre en nuestra historia. El 24M del 76, hastiados de López Rega y la supérstite del General, conmovidos por la inestabilidad económica y temerosos de la pérdida de paciencia del pobrerío, esa misma burguesía avaló, explícita o implícitamente, el inicio del terrorismo de Estado.

Lamento comunicarles que, luego de haber consultado a mi pitonisa preferida, el almanaque no tiene pinta de detenerse. O sea, habrá 8N (esperemos que en paz, sin provocaciones) y luego de un tiempo habrá 7D y 10D que, como lo sabe hasta Videla, es el Día Internacional de los Derechos Humanos. Y eso sí es crucial.

Uno de los reproches convocantes (todos más o menos abstractos y sin propuestas alternativas) es que el gobierno nacional ha fracturado la sociedad. Y, si me apura un cachito, me parece una virtud. Tomemos como ejemplo una medida cualquiera. Las casi tres millones de netbooks en manos de pibes y pibas de la Argentina profunda, la movilidad jubilatoria, la Asignación Universal por Hijo y por Embarazada, los juicios a los genocidas, y así podríamos seguir un rato largo, han conmovido los prejuicios culturales de quienes se sienten “rubios por fuera y por dentro”. Es que esas y otras medidas (la Ley de Medios, claro, el Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género) han beneficiado a muchos muchachos morochos (y su versión femenina, muchas muchachas morochas) que veían pasar la vida con “la ñata contra el vidrio” y ahora son protagonistas. Están incluyéndose y hasta sueñan con una casa propia. Justo cuando el mundo conocido y admirado por los profetas mercachifles se cae a pedazos, dejando bajo los escombros a inmensa capas de la sociedad capitalista.

Pero me pregunto si los miembros de la Primera Junta patria habrán anunciado en “La Gazeta” que nos habíamos desembarazado de España el 25M. O si don Cristóbal les habrá mandado una paloma mensajera a Isabel y Fernando con un papelito que decía: “Majestades, os informo que hoy, 12-O, he llegado a las Indias y me han recibido ellas y ellos con buen talante y dispuestos a que los catequizemos por las buenas o por las malas. De la sífilis y otras bienaventuranzas nos ocuparemos gustosos, bendecidos por los enviados del Señor”.

Creo que esta moda de reducir la realidad a su nomenclatura alfanumérica nació con la caída de la Torres Gemelas, el 11S, en Nueva York. Ese día un ataque terrorista al país más terrorista de la Tierra dio comienzo al siglo XXI, según la genialidad de Eric Hobsbawn. Pero, como dice Ariel Dorfman, hubo “Otros septiembres”. Un 11S en el que fue asaltada la dignidad del pueblo chileno y se recibió de emblema de esa misma dignidad Salvador Allende.

En fin, que habrá 8N y 7D y 10D y celebraremos la inclusión y conmemoraremos a nuestros 30.000 y a nuestras Madres y Abuelas y festejaré los cumpleaños de mis nietos el 24J, el 4N y el 11E. El 39° aniversario de nuestro casorio el 2E, el nacimiento de mis hijos, el 28J y el 4J, respectivamente. Y, seguramente, saldremos a la calle el 10D para ratificar el compromiso con la construcción de un sueño mejor.

DEIXE UMA RESPOSTA

Please enter your comment!
Please enter your name here

Esse site utiliza o Akismet para reduzir spam. Aprenda como seus dados de comentários são processados.