A mulher latino-americana nos ensina o caminho

 Por Félix Ovidio Cubías.

Con el reciente triunfo político de Cristina Fernández en Argentina, con una diferencia de su segundo contendor de casi 9 millones de votantes y con la participación masiva de la juventud, que entiende conscientemente cual debe ser su posición, en cuanto a la dignidad nacional, los cambios progresivos hacia una sociedad más justa y más humana y desde luego, hacia la búsqueda del disfrute de un sistema democrático, incluyente y participativo.

Y para el logro de estas metas, el nuevo régimen se plantea, ahora, con mejores condiciones, impulsar cambios estructurales, por ejemplo, en la recuperación de los recursos petroleros, que permitan elaborar un proyecto energético propio. La Presidenta, tiene ahora que encarar con valentía el problema de las compañías mineras, si se toma en cuenta el saqueo que ésta actividad ha representado por los grandes monopolios extranjeros, habrá que luchar por la recuperación de los ferrocarriles y ponerlos al servicio del pueblo argentino, habrá que impulsar las reformas financieras, dándole mayores beneficios al pueblo, mejores salarios, una más amplia y mejor cobertura en la seguridad social, sobre todo para los sectores populares en los campos de la educación y la salud.

Con este contundente triunfo, de proporciones históricas de la hoy re-electa Presidenta Cristina Fernández, en Argentina, nos lleva como medio importante en la comunidad hispana y como un medio influyente en la vida de éste país, como lo es JAMBALAYA NEWS, a algunas reflexiones, que a lo mejor inquieten a los grandes líderes de los partidos tradicionales, nos referimos al Partido Republicano y al Partido Demócrata cuyo tradicionalismo no les han permitido permear una apertura política, para que la mujer norteamericana, aspire y llegue a la Presidencia de este país.

¿Como es posible que en éste país, con más de 300 millones de habitantes, no tengamos a una mujer del temple político, con capacidad, firmeza de convicciones, que pueda levantar la bandera de la democracia, la paz, el progreso, la felicidad y la convivencia humana? Sabemos que no es fácil emular a Cristina en Argentina, Dilma en Brasil, Michelle en Chile y pronto a Xiomara en Honduras, pero el reto está planteado.

Mientras mantengamos los prejuicios sociales, en contra de la mujer, este país, se irá rezagando, en el avance de la democracia y los partidos tradicionales que nunca se han querido renovar, manteniendo el statu quo, sin buscar oportunidades para las grandes mayorías, experimentarán, su propio desintegro.

Los aires progresistas y vivificantes provenientes del Sur, nos están indicando el camino, la mujer en Norteamérica no solo debe servir para X, Y o Z actividad, rezagadas a un segundo plano; estamos seguros que dentro de la comunidad hispana, que son más de 50 millones de personas, hay valiosas elementos, que son orgullo nuestro.

Hasta ahora, el límite de la participación política de la mujer ha sido un espacio limitado, en un camino acotado, pero tarde o temprano entenderán que el lugar que se merecen allí está, y que para eso solo hay que querer a este país y luchar incansablemente hasta lograr ese derecho, con metas y propósitos definidos.

Por otro lado, no podemos y no debemos actuar como el avestruz que hunde la cabeza en la arena para no darse cuenta de lo que sucede a su alrededor.

Antes, los aires iban de norte a sur, ahora, vienen de sur a norte, de los cuales tenemos que aprender y saber valorar, para aplicar lo positivo en esta Patria, la cual respetamos, queremos y deseamos lo mejor.

Félix Ovidio Cubías, jornalista, é coordenador da Resistência hondurenha em New Orleans. Diretor de Jambalaya News.

 

 

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